Cocina blanca minimalista con isla central 

Este proyecto, realizado hace cinco años, sigue transmitiendo la misma frescura y actualidad que el primer día. Una cocina abierta al salón-comedor, conectada visualmente mediante cierres de cristal que permiten mantener la amplitud y, al mismo tiempo, ofrecer independencia cuando se necesita. Un espacio donde cada línea, cada acabado y cada decisión de diseño responden a un objetivo claro: lograr una estética minimalista, funcional y atemporal. 

Isla central: el corazón de la cocina 

En el corazón de la cocina, la isla central se impone como una pieza escultórica en Dekton Zenith blanco, cuya resistencia y acabado impecable la convierten en un referente de estilo y durabilidad. Su presencia ordena y vertebra el espacio, al tiempo que invita a reunirse alrededor de ella.

Diseñada para combinar belleza y funcionalidad, integra de forma fluida la zona de cocción y el fregadero, junto a discretos enchufes escamoteables que aparecen solo cuando se necesitan. La doble cara de almacenamiento multiplica su capacidad, ofreciendo un lugar accesible y organizado para utensilios, menaje y pequeños electrodomésticos.

Un mobiliario que respira minimalismo 

El mobiliario, lacado en blanco mate y con sistema gola, mantiene la continuidad visual y evita la interrupción de tiradores, reforzando el minimalismo del conjunto. Toda la cocina está pensada para que nada sobresalga: los electrodomésticos Neff se integran en la pared de armarios, creando un frente limpio y ordenado que equilibra estética y funcionalidad. 

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Conexión con el salón-comedor 

El cerramiento de cristal con perfilería oscura aporta carácter y un torque industrial sutil, al tiempo que permite que la luz fluya sin obstáculos entre la cocina y el resto de la vivienda. En definitiva, una solución ideal para quienes buscan espacios conectados, pero con la opción de cerrar cuando la ocasión lo requiera. 

Cinco años después, esta cocina demuestra que un diseño bien pensado, con materiales de calidad y soluciones inteligentes, no solo resiste el paso del tiempo, sino que lo abraza con estilo. Y justo eso es en lo que creemos en Kitchen Sukaldeak: que la clave de un buen proyecto está en envejecer bien, adaptándose al uso diario sin perder ni un ápice de su atractivo ni de su funcionalidad.